El aislamiento social que estamos viviendo a causa del Covid-19 está comenzando a reflejarse más allá de economía en los hogares mexicanos, por lo que la agencia Fitch Ratings redujo la calificación de México de “BBB” a “BBB-“, argumentando que:
“El shock económico representado por la pandemia del coronavirus, conducirá a una severa recesión en México en 2020. Una recuperación a partir del segundo semestre del 2020, probablemente se verá retrasada por los mismos factores que han obstaculizado el desempeño económico reciente, que ha retrasado a sus pares de nivel de ingresos. Entre ellas figuran un deterioro del clima de negocios en determinados sectores -a pesar de ejemplos de cooperación con el sector privado, en ámbitos como el desarrollo de infraestructura- y una percepción de erosión de la fortaleza institucional en el marco regulatorio”.
La Agencia, añadió que el comercio se verá muy afectado y se contraerá considerablemente en 2020, aunque es probable que el comercio neto haga una contribución positiva, ya que las importaciones caen más que las exportaciones. Dentro de su reporte no omitió mencionar que, dentro de la profundidad del shock, que aún no se ha reflejado plenamente en los datos económicos publicados, México perdió 130.500 empleos en el sector formal en marzo, lo que equivale a más de un tercio de los empleos creados en 2019, mientras que la producción automotriz se contrajo un 24,6% interanual.
Además, es probable que persistan los factores que retuvieron la inversión antes de la crisis que, en opinión de Fitch, incluyen una gobernanza relativamente débil y las intervenciones de política gubernamental ad hoc.
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Pensando positivamente…
Fitch Ratings esperaría que la economía tome un respiro de recuperación, basándose en la apertura y el lugar estratégico de México en la cadena de suministro de América del Norte. Está previsto que el Acuerdo entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) entre en vigor en el mes de junio. Además, no debe perderse de vista que, como resultado de la pandemia por coronavirus, las empresas estadounidenses tienden a reducir la dependencia con China. Es un tratado que representa un compromiso a largo plazo, en el que México deberá mantener una postura económica orientada al mercado y trabajar constructivamente con los inversionistas extranjeros.